Formando Profesionales

Para los niños atendidos por la Asociación “Dançando Para Não Dançar”, el ballet es la puerta de entrada para una profesión y, más que esto, es un verdadero aprendizaje de ciudadania. Hoy, el ballet clásico ya es una realidad en diversos morros de Rio de Janeiro.La danza se presenta como una excelente alternativa a la violencia presente en el día a día de esas comunidades, que sufren con el descaso y la falta de oportunidad. Sobretodo, mostrando que glamour, talento y determinación, no dependen del medio social en que se vive.

 

Alumnos como Bárbara Melo (Cantagalo), Márcia Freire (Cantagalo), Paulicéia Borges (Mangueira), Marcelle Monteiro (Mangueira), Ingrid Silva (Mangueira), Júlio César (Cantagalo) y Rômulo Pereira (Pavão-Pavãozinho) son ejemplos de esperanza y futuro.

 

Otros ejemplos son las alumnas Francisca Soares (Pavão-Pavãozinho), Juliana Silva (Mangueira), Fernanda Duarte (Rocinha), Vanessa Duarte (Rocinha), Isaura Germano (Mangueira), que, como los otros niños, comezaron a realizar ballet en el proyecto y hoy son monitores dentro del mismo “Dançando Para Não Dançar”.

 

Esos jóvenes imparten aulas para niños, plantando la esperanza de un futuro mejor para todos.

 

Es el sueño, antes distante, transformándose en realidad.